El hombre encapuchado que disparó a policías en Bogotá este domingo, durante la tradicional movilización del Primero de Mayo, se entregó hoy a las autoridades colombianas, que habían ofrecido una recompensa de 20 millones de pesos (unos 7.000 dólares) a cambio de información para detenerle.

El individuo, identificado como Fabián Enrique Vargas, acudió por voluntad propia a los juzgados de Paloquemao, en la capital colombiana, informaron la Policía y la Secretaría de Gobierno de Bogotá.

"Se entregó Fabián Vargas. Gracias a la presión de los ciudadanos y de las autoridades", informó la Secretaría de Gobierno en su cuenta de Twitter.

Se espera que la Fiscalía le interrogue en las próximas horas y determine después si solicita audiencia de imputación de cargos, ya que existen dudas de que el hombre portase un arma de fuego real, pues la entregada a las autoridades "no dispara proyectiles", según Caracol Radio.

Además, las autoridades tienen que dilucidar si el arma entregada hoy por Vargas "es la misma pistola que aparece en los vídeos y las cámaras de seguridad" que grabaron el suceso en la céntrica Plaza de Bolívar, donde se concentraron los disturbios del domingo.

Allí, el individuo, que vestía totalmente de negro, apuntó con el arma a los agentes del Escuadrón Antidisturbios de la Policía colombiana (Esmad) y al parecer la detonó sin herir a nadie, una escena que se difundió rápidamente por televisión y redes sociales y que ha tenido una fuerte repercusión.

La marcha de los trabajadores, a la que asistieron unas 18.000 personas, también dejó daños menores en algunos bienes inmuebles del centro de la ciudad.

Además de la movilización en la capital, la más numerosa, ciudadanos de Medellín, Cali, Bucaramanga y Pereira se unieron a las concentraciones para conmemorar el día internacional del trabajo.

A la congregación acudieron miembros de organizaciones sindicales y de partidos políticos de izquierda como el Polo Democrático Alternativo y la Unión Patriótica, que marcharon para pedir al Gobierno mejoras laborales y el fin de la privatización de empresas públicas.

EFE